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Los beneficios de las mascarillas faciales.

Hay personas que desde una edad temprana tienen la costumbre de ponerse una mascarilla de belleza a la semana, y ésta es una buena costumbre.

Actualmente destacamos dos mascarillas para la piel:

  • Mascarillas desincrustantes. Que se aplican en pieles con problemas de milium y espinillas cuya función es la de reblandecer la suciedad que a veces se incrusta en el folículo y ayuda a la piel a estar más permeable, favoreciendo su limpieza.
  • Mascarillas para pieles mixtas. Para mí no existen y me explico. Si tienes la piel mixta quiere decir que en la zona “T” tienes el poro dilatado y amaneces con grasa en esa zona o más brillo de lo que te gustaría, pero sin embargo en la zona de mejillas la piel se presenta más seca y sensible, en estos casos, y sintiéndolo mucho, te tendrás que hacer de dos mascarillas para un resultado mucho más espectacular. Que las hay que en la etiqueta te ponen “pieles mixtas”, sí, las hay, pero, ¿de verdad crees que la misma crema selecciona su efecto según la zona a aplicar?, claro que no.

Si buscamos resultados debemos de ir a productos que nos lo den, que apostemos por un resultado seguro y eso te lo dará el tratar cada piel por su estado actual.

En estos casos usaremos la mascarilla 2 de Maria Galland, alternándola con la D4-1 del sistema dermatológico que equilibra mucho las alteraciones de las glándulas sudoríparas y sebáceas.

2 maria

Las pieles sensibles necesitan utilizar una mascarilla semanal para reforzar sus frágiles capilares y fijar el agua en la piel para una mayor protección, recordemos que estamos tratando a unas de las pieles con menos espesor en epidermis y tendríamos que ayudarle a construir su manto de protección hidrolipídico en una densidad mayor para que haya una vascularización óptima y no dé el aspecto siempre rosado de sensibilidad, en estos casos usaría la mascarilla 215 para pieles sensibles.

¿Las pieles normales, por el hecho de ser normales, no necesitan mascarilla?, claro que sí, necesitamos valorar el grado hacia el que se inclina, o sea, ¿normal-seca o normal-mixta? Siempre manifiestan una “pequeña” necesidad, la cual nos ayuda a adelantarnos a futuros problemas para así llegar a corregirlos antes de que se puedan manifestar alargando lo máximo posible ese equilibrio funcional del estado de la piel.

Ahora vamos con las pieles secas, aquí es donde ahondaremos más puesto que tenemos muchas necesidades que pueden aparentar ser la misma y que nos llevan a que, si no ponemos la adecuada, no veremos las tan ansiadas evoluciones y cambios valorados en nuestra piel.

En primer lugar hay varias versiones de piel seca, la piel seca en superficie y que su estructura muscular está intacta, (pieles entre 29 y 37 años) a las que le aplicaremos mascarillas que aporten más lípidos para mantener sólo la humedad superficial, caso de la mascarilla 92 de Maria Galland.

Luego tenemos otro tipo de pieles secas acompañadas de problemas de flaccidez, poco acentuada, pero ya empiezan a tener marcadas las zonas nasogenianas, entrecejo, contorno de ojos y cuello. En este caso necesitamos aportar, además de hidratación, complejos vitamínicos que nos ayuden en la estructura de nuestra piel, ya que el colágeno y la elastina están un poco escasos en estos momentos, en este caso podríamos poner la mascarilla 153 de Maria Galland, alternándola con la 92.

Cremas MARÍA

Por último tenemos las pieles a las que tienen todo lo anterior, pero acentuado pues a partir de los 40-45 años, la bajada de estrógenos, en ocasiones provoca un envejecimiento muy acelerado en nuestro rostro, escote y manos, casi sin darnos cuenta hemos pasado de unas simple arruguitas a tener una arruga marcada en nuestra piel, ¿tiramos la toalla?, jamás, siempre estamos a tiempo de recuperar a estas pieles, hay que ser más constantes con ellas y pondríamos durante un tiempo a diario la mascarilla 131 de Maria Galland encima de nuestra crema de noche ya que tiene un efecto de 24 horas, aplicada en una fina capa ya que, no sería necesario retirarla, su composición enriquecida en vitamina C y A nos darán la vitalidad y luminosidad que estábamos necesitando.

Tenemos que tener presente que aplicándonos mascarillas solamente no solucionaremos todos los problemas de nuestra piel, pero si es verdad que depende de ello que tengas una piel equilibrada con la finalidad de poder tratarla con resultados muy satisfactorios.

La estética ha cambiado y con ello sus mascarillas y su significado.

¡Sé consciente de lo que tienes y ponle la mejor solución, tu piel lucirá esplendida desde el primer instante!

¡Hasta pronto!

Maru

María José Cánovas

Directora de Belleza Cosma

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